Naughty Dog es un nombre que hoy es bien reconocido en la industria. Sin embargo, para mi, hace 6 años, cuando salió Uncharted, era un nombre que no significaba nada para mi. Con 13 años, poco me importaba quién hacía los juegos, y cuando salió la primera aventura de Nathan Drake en PS3, vi cómo la crítica lo aclamaba. Pero era un juego muy alejado de lo que a mi me gustaba jugar, y decidí no comprarlo. Fue una oferta, un pack Platinum doble con Resistance Fall of Man (que no conseguí terminar) por 20 irrechazables euros, lo que hizo que la aventura cayera en mis manos, si no me equivoco, un año después.
Cinco fueron las veces que lo empecé, y las mismas que lo aparqué. Ya sabía quién era Naughty Dog. Eran los responsables de Crash Bandicoot y Jak & Daxter, dos de las sagas que más me habían hecho disfrutar a lo largo de los años. La primera cosa que dije cuando vi Uncharted en la pantalla fue «no puede ser que ésto lo hayan hecho los mismos tíos». Me encontré con un juego que me resultaba encorsetado, alejado de la orgía plataformera de Crash o de la comedida unión de éstas con la acción y el sandbox en Jak. Al contrario, me encontraba con una jungla pasillera, unas plataformas simples, y muchos tiroteos, algo que jamás me gustó jugar.
Desterré así el juego hasta este verano, ya que no sabía a qué jugar mientras esperaba por la llegada de Tales of Xillia. Y apareció ante mí una sexta vez. El último contacto había sido en 2009. Tiempo suficiente para acostumbrarme un poco más a las mecánicas de los TPS, sin terminar de gustarme del todo. Me dije a mi mismo que para lo que había costado y lo que se suponía que duraba, algo me podría entretener.
Y con esa perspectiva, y un ojo mucho más crítico, me dispuse a jugar la aventura. La terminé el día 6 por la tarde, y es por ello que me dispongo a analizarlo, tras algún tiempo sin puntuar ningún juego, delegando la tarea en Xehanort_KH por mi tendinitis. Los análisis son textos largos, que escribo pretendiendo que sean profundos, y no podía escribir tanto en el estado en el que estaba (y estoy, pero en menor medida).
Vamos a comentar inicialmente una serie de cosas. En Naughty Dog vi muy buenas ideas de acción en los Jak, siendo su tercera entrega un auténtico festival de variedad y buen hacer, y cuando comienzo a encarar Uncharted, aún veo ciertos vestigios de ello. Sin embargo, se hace evidente desde el minuto uno que estamos ante una propuesta totalmente distinta, que, debo apuntar, tampoco iba a ser así inicialmente, pues Naugthy Dog reconoció presiones para «shooterizar» el juego por parte de Sony y acercarlo al estilo Gears of Wars que tanto estaba comenzando a despuntar entonces. Quizá por ello muchas de las irregularidades que comentaré próximamente son más patentes que en entregas posteriores de la saga, incluyendo la de PSVita. Se nota que el juego estaba pensado con otra idea, pero analizaré lo que nos ha llegado.
Este análisis deja de lado esa decepción que me supuso ver el paso atrás que me dije que dio Naughty Dog, y juzgará Uncharted en su contexto de 2007 y con la trayectoria anterior del estudio, si bien es imposible evitar comparar ciertas cosas que han quedado anticuadas con la actualidad, pues los juegos de esta generación han notado bastante el paso del tiempo por la mejora de sus condiciones técnicas. The Last Of Us deja en evidencia este juego en absolutamente todo en el plano técnico, pero no por ello se debe ningunear una experiencia jugable. Peor han envejecido gráficamente los juegos de PSX, como Final Fantasy IX, y siguen siendo tan buenos como siempre.
No será un análisis que le regale cosas que no merece, pero tampoco le voy a quitar virtudes que, en mi ignorancia, no le supe o quise reconocer, enfrascado como estaba en una riña personal con la compañía first de Sony por dejar de lado la fantasía y lanzarse a la realidad. Comenzamos a explorar la jungla en busca del tesoro de Sir Francis Drake, con una pregunta en el aire, ¿es Uncharted realmente lo que dicen que es, la mejor saga de Naughty Dog? ¿O, por el contrario, mi pataleta infantil estaba justificada?
El juego nos traslada al personaje de Nathan Drake, que ha obtenido un misterioso anillo de un antepasado suyo, el conquistador Sir Francis Drake, indicando la ubicación de su ataúd. Junto a él viajan Sully, un viejo jocoso que es el compañero de fatigas habitual de nuestro explorador, y Elena Fisher, una reputada periodista que está allí para filmar la expedición y obtener material para un documental exitoso. Lo que comienza como un mero reencuentro familiar, termina con un ataúd vacío y un misterio mucho mayor: un mapa que indica pistas para alcanzar la famosa ciudad de El Dorado, el tesoro de las culturas mesoamericanas, promesa de mil riquezas.
Sin embargo, pronto descubriremos que no somos los único interesados en ello, y nos veremos inmersos en un conflicto que quizá Nathan no podría haber imaginado. La trama de Uncharted se podría comparar más a la de una película palomitera de aventuras que a otra cosa. Bien es cierto que Naughty Dog ha dado un buen paso adelante, pues Crash apenas tenía historia y la de los Jak era sencilla, sin alardes aunque bien ambientada. Aquí la compañía americana juega bien con la historia y la ambientación de una época que personalmente me encanta, la de los conquistadores españoles y el comercio con el Nuevo Mundo, para poner sobre la mesa la búsqueda de un tesoro.
Al ser el primer juego de la saga, los personajes se presentan y se delinean. Descubrimos que Nathan y Elena pueden tener algo más que una mera relación profesional, y que el aventurero es muy semejante en el concepto a Indiana Jones (algo que siempre ha sido referencia para Naughty, pues ya en Crash había elementos de las películas del arqueólogo aventurero), siendo una especie de tributo de éste, aunque con su propio toque personal.
La trama no entra en detalles profundos ni presenta unos giros espectaculares de guión (si bien esconde alguna que otra sorpresilla inesperada, y unos villanos bien construídos aunque tópicos, cegados por el poder y la avaricia frente a un héroe que quiere solo salvar el día y a la chica) y, en norma general, acompaña lo justo y necesario a la acción jugable para no aburrir, pero su nivel no está realmente por encima del de muchos estrenos del cine de aventuras del que toma referencias. Lo mejor es la ambientación y los detalles históricos que presenta, y eso nos lleva al siguiente apartado.
Los gráficos, pese a ser una producción prehistórica si hablamos de esta generación (es un juego de 2007, que fue lo más puntero de PS3 en su momento), cumplen sobradamente, con un modelado de personajes bastante por encima de algunas producciones que salen en estos tiempos, lo cual dice mucho del juego. La ambientación puede pecar en ocasiones de repetitiva (ya que se divide en junglas, ruinas, el interior de estas, y ríos, poco más), está genialmente detallada, con una mención especial a la calidad del agua (y al original detalle de salir empapado de ella y secarte al poco tiemo).
La animación de Nathan quizá sea uno de los puntos que denotan que es un juego antiguo, pues hay algunos movimientos bruscos que no son todo lo naturales que deberían ser, y esto en los enemigos también se hace evidente al estar menos detallados, muriendo a veces de forma cómica, con sus cuerpos colgados de forma imposible. También detecté algunos fallos de físicas puntuales, donde Nathan quedaba como cayendo sin moverse del sitio, pero nada realmente capital.
No cuenta con ralentizaciones evidentes ni bugs de importancia, estando tremendamente cuidado en ese aspecto, y para ser del año que es, no se puede pedir más de un estudio que se encontraba con un hardware totalmente nuevo y muy diferente en todo a una PS2 a la que tomaron bien la medida con Jak (que, no obstante, tenía un estilo cartoon frente al realista de este juego), y se ha demostrado con los posteriores Uncharted y The Last Of Us como este «El Tesoro de Drake» solo era una muy buena base sobre la que trabajar. Jugarlo hoy quizá evidencia un poco sus carencias técnicas, pero aguanta bien el tipo, y yo nunca he sido tremendamente exigente en este aspecto.
Un punto muy destacable son los paisajes en determinados momentos y la calidad de la iluminación natural, muy conseguida. Hay momentos en ciertos capítulos que presenciaremos entornos realmente bellos, especialmente cuando estás en la cima de alguna torre y miras al horizonte, si bien, como ya he comentado, no son muy variados (aunque realmente unas ruinas mayas y una jungla no dan para muchas florituras más). Me ha recordado en una fase determinada al Jak 3 y sus templos, y la variedad es algo que Naughty también mejoraría en las futuras secuelas de la saga. Incluso ha habido momentos que parecía un survival horror, con la linterna, bajo tierra, rodeado de escombros y sin saber qué esperar del siguiente paso, algo que, pese a no ser continuo, es un buen punto a favor de la atmósfera que crea este Uncharted.
En lo que a lo sonoro se refiere, el juego viene bien surtido, aunque realmente su banda sonora no es algo que destaque especialmente, siendo más ambiental que otra cosa, marcando los tiempos de tensión y calma. El tema principal es bastante epico, y quizá haya que destacar mucho más los efectos de sonido: pisadas en distintas superficies, el sonido del chapoteo del agua, cada arma con un tipo de ruido de disparo diferente y realista…
Las voces están totalmente dobladas al español con actores bastante conocidos por el mundo de la TV, si bien no alcanza la versión original en inglés, es de agradecer que todo producto first de Sony llegue en estas condiciones. Quizá el tono que impriman no sea al 100% el que debe tener la situación, pero cumplen lo suficiente como para no molestar ni resultar cantosas. Recomendaría, no obstante, jugarlo en la versión original en inglés, pues el juego gana muchísimo más. Cuenta con la posibilidad de subtitular las conversaciones, si bien la claridad del audio no los hace imprescindibles. Como dato, el actor que da voz a Drake en inglés, Nolan North, es también el modelo base para el aspecto del aventurero.
Dejamos de lado lo técnico y llegamos al meollo de la cuestión, la jugabilidad, y donde encuentro el mayor problema del juego. Uncharted: El Tesoro de Drake es un juego con enormes carencias en los campos que intenta abarcar, teniendo una intensidad realmente pobre hasta su tramo final. Esencialmente, estamos ante un juego con una base parecida a Tomb Raider bastante más lineal, donde nos movemos por los escenarios con armas en la mano, debiendo aprovechar bien las coberturas del entorno para derrotar a los enemigos, con momentos esporádicos de plataformeo y algún que otro puzzle o secuencia jugable diferente a lo habitual, como persecuciones por un río o secuencias de combate límite.
Las secuencias plataformeras la sensación que me dan es que son prefijadas, automáticas, sin mucho margen para el error. Te puedes caer, sí, pero realmente el reto es nulo, siendo bastante evidente dónde tienes que dirigir tu salto a continuación. Naughty Dog es una compañía que se conoce bastante bien el mundillo de las plataformas, con la gran saga Crash Bandicoot y la primera entrega de Jak (si bien los dos siguientes cuentan con segmentos de plataformas también), y choca bastante cómo han encorsetado tanto este aspecto, limitándose a escaladas y saltos, con ciertos momentos donde los apoyos se pueden romper. Es más difícil a veces encontrar el inicio de la secuencia de salto que superarla, y si caes, simplemente la repites.
Los puzzles, al menos, suman un poco más, pues no son tan evidentes a los ojos como podrían ser. Debemos escarbar en el mapa de Drake e interpretar los símbolos que nos indican correctamente, siendo en ocasiones, como en el puzzle de las 4 estatuas o un macro-puzzle que supone una fase del final del juego, todo un reto que simula realmente la dificultad que podría tener un aventurero de verdad. Los puzzles son pocos, pero gozan de un ligero reto. Destacaría especialmente el hecho de que sean de lo poco de este Uncharted que no regalen nada, pues, al margen del sistema de pistas que se puede desactivar si queremos, no contaremos con orientación.
Pero la parte central de la jugabilidad son los tiroteos, que viviremos en todo momento y son prácticamente en todas las ocasiones muchos enemigos vs nosotros, si bien contamos a veces con un compañero o simplemente debemos despachar a rezagados. Solo se varía esta fórmula en un par de momentos, donde hay dos bandos enfrentados entre sí con Drake en medio, y una parte de supervivencia muy bien lograda. Nosotros podemos llevar dos armas a la vez, una pistola (que generalmente son el arma con más munición, pero menos potente) y un arma más pesada, desde escopetas a rifles (con munición variable y efectos muy distintos), además de pelear con las manos desnudas (algo que, en ciertas ocasiones, sirve para matar enemigos sin alertar a los demás) y emplear granadas que se pueden lanzar con el sensor de movimiento del Dualshock (algo que pocos juegos emplean).
Es muy de agradecer la escasez de munición y la necesidad de controlar cada disparo que hacemos, especialmente en dificultades altas donde coger más balas supone matar enemigos y exponerse para ocupar sus posiciones, jugando continuamente con las coberturas. Armas como el rifle Dragón deben aprovecharse al milímetro por sus pocas balas, mientras que otras como la M4 dan más margen a experimentar. Lanzarse sin balas en Difícil y Aplastante es un suicidio, y Nathan no aguanta muchos golpes, si bien tiene la manida auto-regeneración y si nos matan aparecemos prácticamente antes de dicha muerte, debiendo apenas repetir una parte de la sección.
El juego, incluso en sus dificultades más bajas (pensadas especialmente para los novatos del género, ofreciendo incluso un sistema de pistas), requiere su estrategia, pero realmente los tiroteos no están muy inspirados, siendo simplemente colocarse en una cobertura y ubicar de donde vienen los tiros para quitarse de encima unos enemigos que son siempre los mismos, utilizando nuestras mismas armas y solo variando su armadura o distancia de disparo, algo que varía en torno al final del juego, que es lo mejor que tiene y lo que más salva el juego. En Difícil y Aplastante sí que se necesita aprovechar al 100% las balas, estudiar el comportamiento de los enemigos y lo que tenemos a nuestra disposición, pero la sensación que me da es haber perdido mucha variedad respecto a anteriores producciones de Naughty Dog.
Uncharted divide su mecánica en los tres elementos explicados arriba, y nos encontramos con unos soplos de aire fresco en forma de persecución con vehículos y el uso de una lancha remontando un río embravecido, que añaden bastantes dosis arcade y resultan de lo más divertido de la experiencia. No soy muy de TPS y mi referencia en esto es Mass Effect, por lo que los tiroteos de Uncharted no me han gustado tanto como los de éste, aunque cuentan con el gran elemento de la escasez de munición que hace que se estudie mucho más lo que hay a nuestro alrededor. La sensación que me dan es que son una base buena, y al ser un juego de 2007 y ser Naughty entonces lega en este género, no se puede pedir mucho más.
Cuenta con una duración de alrededor de 8-11 horas para superar la campaña de 22 capítulos, y como extras desbloqueables nos propone recolectar una serie de tesoros escondidos a lo largo de los niveles, exigiendo que explotemos los escenarios lo mejor posible dentro de su linealidad para obtenerlos. También cuenta con una galería oculta con vídeos de making of, extras jugables (algo que en Jak ya existía) y la posibilidad de desbloquear la dificultad Aplastante al superar la aventura en Difícil, más los trofeos que incluyen X bajas con cada arma o algunos objetivos complicados, como matar varios enemigos a la vez con una granada o usar el combo brutal (cuerpo a cuerpo) sin morir con varios enemigos consecutivamente.
Uncharted El Tesoro de Drake es más de lo que pensaba que era al jugarlo por primera vez, pero menos de lo que Naughty Dog es capaz de hacer. Un juego limitado en sus plataformas y con unos tiroteos exigentes, pero muy repetitivos y parecidos entre sí, sin apenas variedad entre unos y otros. Los puzzles son escasos y la dificultad real para el jugador, como es de recibo en esta gen, no es muy alta, pues si mueres, apareces al lado, hay checkpoints muy seguidos y es muy difícil cometer un error si se domina el género. Sus mejores argumentos están en su apartado técnico, y, la verdad, eso en esta compañía que tanto demostró en el pasado, no dice nada a su favor.
Un ejemplo claro es el jefe final, que tras los grandes bosses que se ha sacado Naughty en sus sagas anteriores, va, y planta una secuencia de QTEs de dos botones para superarlo. Para mi, eso es inadmisible para un estudio que ha demostrado sobradamente su talento, y es imposible que lo haya perdido, vendiéndose a nuevas tendencias. Esa fase en concreto, la 22, está muy bien conseguida, con sensación de agobio en los escasos tiroteos que tiene, pero su culminación en el jefe final es poco menos que anecdótica, un «coitus interruptus» a un gran tramo final.
Es espectacular, tiene momentos trepidantes y unos personajes carismáticos acompañados de gráficos muy notorios, dejando con cierto interés de cara a una secuela. Pero jugablemente es la mitad de la saga Jak, y como TPS los hay mucho mejores gracias a la mejora, incluso dentro de la propia compañía, pues este es ortopédico y limitado. Llamar Uncharted El Tesoro de Drake el peor juego de Naughty Dog puede sonar una frase fuerte (y más viendo cómo fue tan aclamado), pero cuando has creado Jak y Crash, quizá resulte más comprensible. Lo mejor de Uncharted fue que dio paso a las secuelas, que subieron más el listón pese a nunca igualar su pasado y llevaron a Naughty a la fama que debió tener cuando sus juegos eran realmente los mejores, bajo mi punto de vista.
NOTA
Historia: Una trama de aventuras palomitera, con personajes esteriotipados. La ambientación, personalmente, me atrae bastante, pero la trama no tiene la mejor presentación posible y condensa lo mejor que tiene al final. Tiene algunos giros de guión interesantes. Nathan es carismático, pero lo sigo viendo una versión light de Indiana Jones. (6)
Gráficos: Su mejor argumento. Siendo de 2007 le da lecciones a muchos juegos. El agua y la iluminación son geniales, pero los entornos se terminan repitiendo demasiado a lo largo de la aventura. Los enemigos son clónicos entre sí y la expresión facil podía mejorar. Es la base de futuro de Naughty, y hemos visto que ha mejorado mucho. (8)
Sonido: Está para ambientar, y destacan más los SFX que la música. El doblaje español es correcto y no desentona, pero en general no es un apartado donde el juego brille en demasía. Lo mejor es su tema principal, muy épico y reconocible. (7)
Jugabilidad: Un paso atrás para Naughty Dog. Su mejor argumento es la escasez de munición y sus dificultades altas, pues no es un TPS memorable. Es sencillo de superar hasta para alguien torpe en el género, como es mi caso. Su plataformeo guiado es para echarse a llorar junto a su jefe final con QTEs, si bien los puzzles le suben el listón. La sensación que me da es que coge esos 3 elementos y se saca 22 niveles mezclándolos en distinto orden sin mucha brillantez. Al menos al final alcanza una alta intensidad. (6)
Otros: Dura unas 8-11 horas, y tiene extras como los tesoros o las bonificaciones como los making ofs. No me convence en nada ver a Naughty Dog en este juego, pero su virtud es que, pese a no ser brillante, no tiene taras y logra entretener sin alardes. (7)
Nota: 6.7/10
Gracias por tu tiempo, y por leer el artículo.
Un saludo.