No es ningún secreto que la situación de la nueva portátil de Sony, la Playstation Vita, es la menos deseable de cualquier posible escenario proyectado por Sony. El sistema contó con un elevado precio de salida, sumado a un catálogo de escaso calado, con muchos juegos que son ports de otros sistemas, o bien pequeños experimentos que no logran destacar ni llamar la atención. El resultado es que la consola palidece frente a 3DS, y sufre para colocar unidades semana tras semana en todos los territorios. No obstante, Sony parece haber reaccionado tímidamente (conociendo que con sus portátiles no apuestan tan fuerte) rebajando la máquina en Japón hasta una cantidad equivalente a los 160€.
Ahora bien, ¿por qué Japón? Es quizá el territorio que mejor atención le da a las portátiles, tanto en juegos como en venta de hardware, pero allí Vita, ya sea por el gran éxito de PSP, o por su elevado precio, o por el éxito de la portátil de Nintendo, 3DS, no está logrando despuntar. La pérdida del buque insignia, como fue Monster Hunte, ha sido un hándicap para una portátil con grandes prestaciones, pero sin lo más importante: los juegos. Pero…¿realmente Vita tiene tan pocos juegos como parece? Japón tiene algo que decir al respecto, ya que allí la librería de juegos disponible es mucho más amplia que la que nosotros, los europeos, poseemos, con bastantes ejemplos interesantes que, si bien no levantan sus ventas, sí las estimulan, aunque muchos no pasen de mera curiosidad a ojos de un no nipón.
Tomemos como ejemplo la saga Tales of de Namco, que tanto éxito cosecha en Japón y tantas veces ha intentado acercarse a los mercados occidentales, con Graces F como último buque (que no ha cosechado grandes ventas) y la próxima llegada de Tales of Xillia. Sin embargo, en Japón siempre hay entregas que nosotros no llegamos ni a ver por aquí, como este caso. En Nintendo DS salió una trilogía de juegos (Innocence, Tempest y Hearts), de la cual PSVita tiene ya un remake (Innocence R) y otro proyectado (Hearts R). Realmente, no estamos hablando de juegos realmente punteros en lo técnico, siendo quizá «sucedáneos» de la verdadera experiencia de un Tales, pero no obstante, son unos sólidos y completos JRPG (especialmente Hearts) que vienen de perlas para reforzar un flanco siempre importante en un catálogo como es el rol.
Tales of Innocence combina con acierto los avances vistos en Destiny y Abyss en su sistema de combate, y nos ofrece una trama donde la persecución y la no aceptación de las diferencias es quizá el punto principal. Es una lástima que nunca saliera de Japón ni el original ni el remake, aunque creo recordar que en DS lo habían traducido. Hearts posee «mazmorras de campo» y un mapamundi, y en el caso del remake de Vita, unos remozados gráficos en 3D que realmente son mucho mejores que los de Innocence R, pero no terminan de demostrar el potencial de la máquina (nunca lo hace ningún Tales, por otro lado). La barrera del idioma es un impedimento enorme para disfrutarlos, pero si se animaran al menos a traerlos a América, Vita sumaría dos grandes activos en el rol.
Tampoco debemos olvidarnos del que puede ser, con casi toda seguridad, uno de los juegos más populares de Vita cuando llegue el momento de su lanzamiento. Hace ya algo de tiempo, se presentó en Nintendo 3DS una irreverente IP de Marvelous, llamada Senran Kagura, un juego hack´n slash donde unas atractivas ninjas adolescentes con exagerados atributos combatían contra enemigos. Es un juego marcadísimamente japonés, con los desnudos sugerentes y toques «lolicon» que tanto atraen por aquel mercado y tan mal vistos están por aquí (entrando incluso en debates morales). PS Vita contará con una nueva entrega, llamada Shinovi Versus, que dará un giro radical al género musou (muchos enemigos en pantalla, generalmente juegos repetitivos pero adictivos), pero sin renunciar a su particular atmósfera.
Lo más importante en este caso es que la popularidad del juego ha ido creciendo gracias al lanzamiento de un anime (Senran Kagura The Animation) que ha ayudado a mejorar el interés de los nipones por la licencia, por lo que, si bien no se espera que sea el nuevo Monster Hunter, podría ayudar a impulsar un poco las ventas de la máquina, y más ahora que está rebajada (un pack con la máquina es recomendable). Quizá sea un juego que no case con los gustos de todo el mundo, pero su aspecto en general y mecánicas jugables parece mejorar ligeramente el género musou, por lo que habría que echarle un vistazo.
Tampoco hay que olvidarse de un viejo conocido para los jugadores de Wii, Murasama: The Demon Blade, que en este caso sí nos va a llegar por aquí, siendo un juego en 2D con un genial apartado artístico, viniendo además adaptado y ampliado gracias a una serie de DLCs. Es un juego que pertenece a la categoría de Demon´s Gaze, del hack´n slash, con ligeros toques de rol. No sería mala idea no perderle la pista, para un juego marcadamente japonés que llega por aquí, ya que lo habitual es ver tiradas muy pequeñas o directamente un lanzamiento digital.
En lo que respecta a los juegos musicales, Vita cuenta con una licencia que ha sido bastante conocida en PSP por aquellos lares, protagonizada por los personajes de Vocaloid, el sintetizador de voz, liderado por Hatsune Miku y su largo pelo azul. Las mecánicas de Project Diva f (que saldrá en PS3 muy pronto) son muy simples: machacar botones al ritmo de las pegadizas melodías (añadiendo un aspecto táctil con las estrellas) y acumular puntos para desbloquear trajes y objetos para decorar las habitaciones de los personajes. Que Vita sea region free es un genial aliciente para importar juegos de este tipo, de los cuales soy un gran fan (el género musical en la anterior generación, con Miku, Ouendan y DJ Max, vivió un buen tiempo) y no se requiere conocer japonés para entenderlos.
Hablando de JRPGs de licencias menores, contamos con dos irregulares ports de la saga Atelier, de los juegos Totori (ya lanzado) y Meruru (próximo a salir). En dichos juegos controlamos a vivarachas muchachas que se encargan de dirigir talleres de alquimia, teniendo que combatir enemigos y luchar contra el reloj para cumplir sus tareas y lo que se espera de ellas. Ya costó que llegaran los originales de PS3 (llegando Ayesha en Marzo), dudo bastante que estos salgan de Japón salvo que sea vía descarga digital, siendo una saga tremendamente nicho como es. Otro nombre muy a seguir es Ciel no Surge, que cuenta con un peculiar estilo de juego, añadido a una secuela que se lanzará también muy pronto.
Otro de los géneros que causan furor en Japón son los llamados juegos de mechas, especialmente la saga Gundam, que es todo un acontecimiento cada vez que una nueva entrega es lanzada. Level 5 ha dado a Vita, en sus múltiples lanzamientos japoneses, un juego llamado Danball Senki W, donde debemos entrenar a nuestros robots para combatir en adictivos combates en un formato Action RPG, siguiendo la historia de la saga, que ya nació en PSP. Destacable también un curioso juego llamado «Earth Defense Force 3», cuya 4º parte va a salir más pronto que tarde, llegando incluso alguno de ellos por estos lares. Son juegos con una pinta bastante regular sobre el papel pero que, a la hora de jugarlos, divierten enormemente, adoleciendo un poco del síndrome de los musou.
Mobile Suit Gundam Battle Destiny es quizá la gran estrella del género mecha, donde tantos y tantos guerreros mecánicos se reúnen para combatir. Otra licencia que nunca falta a su cita es Pro Baseball de Konami, así como Dream Club Zero, otro representante del género musical. Podemos sumar otros nombres menores a esta lista, como Little Busters, Moe Moe Daisensou (curioso juego de estrategia), One Piece Pirate Warriors 2 (cuya versión de Vita solo saldrá en el país nipón, continuación de un exitoso musou de la saga del pirata Luffy), Sengoku Hime 3, o dos juegos de Steins Gate que serán lanzados en el mes de marzo. Todos ellos son licencias menores, pero refutan la idea de que Vita no tiene un catálogo para nadie. El público nipón se está encontrando con una oferta cada vez mayor, que quizá debió llegar mucho antes.
Los ases a destacar son los dos últimos juegos «hit» de Vita, cuyo stock se agotó nada más llegar a las tiendas e impulsaron ligeramente a la máquina. El primero de ellos es Monster Monpiece, un curioso juego de Compile Heart (creadora de Agarest o Neptunia) que mezcla la estrategia, el rol y los juegos de cartas de una manera tremendamente original, impegnado por el espíritu colorido y sugerente de todos los juegos de la compañía. Demon´s Gaze, por su parte, es un dungeon crawler a la vieja usanza, en 1º persona y con combates por turnos a lo Dragon Quest clásico. Si bien su stock era menos a las 100k, que hubiera interés en ellos demuestra que Vita solo debe esperar a empezar a tener condiciones propicias.
Junto a todo esto, no hay que olvidar el prometedor anuncio de Project J, una suerte de sucesor espiritual de los grandes Jump Superstars de la DS, donde licencias como One Piece, Dragon Ball o Naruto van a combatir en combates tipo brawl. Aún falta bastante para que el juego se concrete, pero por lo poco que se ha visto hasta ahora, resulta lo suficientemente prometedor para llegar a convencer no solo a nipones, sino a occidentales. Si un juego como Project X Zone ha llegado por aquí, las esperanzas de que este homenaje al aniversario de Jump llegue a nosotros se mantienen ligeramente.
No todo va a quedarse en Japón, pues juegos como el mediocre Ragnarok Odyssey, el rumoreado YS Celteta no Yukai, el interesante Virtue Last Reward (finalmente lanzado en España en físico, con retraso) o los prometedores Valhalla Knights 3 y Legend of Heroes Zero no Kiseki van a llegar al menos a América, lo cual, recordemos, gracias al region free de Vita, nos permite importándolos disfrutarlos aunque sea en inglés. No obstante, nada de esto va a ser suficiente para Vita, pues, si bien son productos de gran calidad, solo cubren nichos de mercado. Un golpe de efecto en forma de rebaja ha sido ya realizado, y falta ver si los pequeños productos que llegan próximamente, especialmente el ambicioso Souls Sacrifice, logran dar el impulso que le falta a la pequeña de Sony, que rebosa calidad en todo, menos en cantidad y calidad de catálogo. Al menos los japoneses tienen mucho más donde elegir, y todavía no ha acabado.
Gracias por tu tiempo, y por leer el artículo.
Un saludo.