Con Playstation 2, las plataformas vivieron un momento que se podía considerar de gracia. Quizá no al nivel de la edad de oro de los 16 bits, pero pudimos disfrutar de sagas tanto first, como Ratchet y Clank o Ape Escape, como third, como Ty el Tigre de Tasmania. Juegos con planteamientos muy dispares y variados, entre los cuales comenzó a destacar una nueva licencia creada por la compañía Sucker Punch, hoy conocida por inFamous, pero entonces por crear al mejor mapache ladrón de todos los tiempos: Sly Cooper, que protagonizó una trilogía compuesta por los juegos Sly Raccon, Sly 2 Ladrones de Guante Blanco y Sly 3 Honor entre Ladrones, que ha sido recientemente relanzada en forma de HD Classic.
Con una trilogía que resultó ser de lo más fresco de PS2, mezclando las plataformas, el sigilo y la acción de una manera muy interesante, ofreciendo en sus posteriores entregas más personajes y un ligero giro al sandbox que han sabido extender totalmente en las aventuras de Cole en PS3. Pero como pasó con Naughty Dog al dar el salto a PS3, Sucker se olvidó de su licencia estrella de la generación anterior, que languidecía junto a Jak o Ape Escape en el baúl de los recuerdos…hasta la llegada de la Sly Trilogy, donde los fans nos encontramos con la sorpresa: el mapache volvía a las andadas. No en las mismas manos, pues lo hace Sanzaru Games para PS3 y Vita, pero sí con todos los elementos que lo han hecho grande.
Gracias a una demo publicada en la Store americana (donde el juego sale este mes, debiendo esperar los europeos a Marzo) he podido comprobar de primera mano de lo que es capaz esta nueva entrega del mapache. Partimos de la base de que Sanzaru es novata en la saga, y mi impresión siempre ha sido que se limitarían a coger lo que ya funcionaba y mantenerlo, permitiéndose pequeñas licencias que no alterasen el resultado final. Es difícil juzgar solo por la limitada demo lo que nos podemos encontrar, pero tengo la sensación de que no voy a ir muy desencaminado.
La situación que se nos presenta en la demostración se enmarca justo al acabar Sly 3: el equipo se ha separado, tras estar Sly en un supesto estado de amnesia, viviendo ahora con la inspectora Carmelita Fox y trabajando dignamente en un museo. Bentley, por su parte, ha seguido sus investigaciones, y Murray se ha convertido en un corredor de competición. No obstante, la tortuga comienza a observar que las páginas del libro familiar de los Cooper, el Thievus Racconus, están empezando a desaparecer ante sus narices. Para paliarlo, termina contactando con un Sly que añora robar, para mostrarle su último ingenio: una máquina del tiempo, con la que recuperarán las partes robadas del libro. Sin embargo, deben «adquirir» un objeto propio de la época a la que viajan, lo que llevará a la banda de ladrones a reunirse de nuevo.
No se si es debido a que el juego debe ser compartido con Vita, pero el apartado gráfico no dista demasiado de lo que ya veíamos en PS2 o en el reciente Trilogy. Cumple lo suficiente como para no molestar, pero no es digno de PS3 en ningún aspecto. Solo se destaca especialmente que es un juego HD en la iluminación, mucho mejor que en los originales, y en ciertas animaciones, pero por lo demás, no estamos ante uno de esos juegos que demuestren el potencial de una máquina que pronto conocerá sucesora. Para el fan de la saga, todo lo que ve en pantalla le resultará reconocible, no obstante, con su estilo cómic para las cinemáticas y el formato de la interfaz. Añejo, pero no revolucionario.
Del apartado sonoro puedo juzgar poco, ya que las voces se encontraban en español latino (es de esperar que aquí tengamos a los dobladores de siempre), pero en la música se encuentra la misma situación que en los gráficos: no hay nada especialmente novedoso en la saga: los efectos de recoger monedas o robar, son los de siempre, y la música tiene ese pequeño toque de película de espías que la hace muy reconocible. El humor será una constante en las aventuras del mapache, y logrará siempre sacarnos una sonrisa, pero una ya familiar, que no se disfrutaba desde el lanzamiento de Honor Entre Ladrones hace ya tanto en PS2.
Hay que hacer honor a la verdad, y es que es muy probable que la demo no vaya a hacer justicia al juego, ya que es la primerísima misión, donde se nos introducen unas mecánicas que si ya hemos jugado a otros juegos de la saga, conocemos de sobra. Tenemos un indicador de salud semicircular en una esquina, y el contado de monedas (que en otros juegos servía para mejorar nuestro equipo), con un HUD para orientarnos en el inferior derecho, que facilita demasiado las cosas. No es un juego que penalice demasiado morir o fallar (con momentos incluso a lo Braid, con rebobinado de tiempo), pero que sí ofrece variedad de mecánicas para no caer en el tedio.
En la demo tendremos la oportunidad de controlar al propio Sly, que sigue la mecánica de siempre de posicionarse en lugares que brillen en azul, golpear con el bastón y robar desde la espalda, a la tortuga Bentley, con quién podremos disfrutar un pequeño minijuego shoot´em up en un entorno virtual, en el que debemos guiar una navecita por pasadizos, recoger llaves y vencer a virus para hackear terminales. Las misiones de Murray son de repartir estopa a los enemigos y destruir pequeños objetivos levantando objetos del escenario, como cajas.
Debo ser franco. Nada de lo que he visto es diferente a lo que ya había en Sly 3. Las situaciones son las mismas, y adolece del mismo problema de éstos, que es la menor diversión a la hora de controlar a un personaje que no sea Sly. Es más que evidente que no hay que juzgar un libro por su cubierta, pero las misiones de inicio de Sly 2 eran mucho más trepidantes y menos guiadas que éste robo en el museo. El final de la demo, con la huida en el camión, está bastante desaprovechada. Cuando lo vi, pensé que podría tomar el control del carromato, pero ver que era como una cinemática me decepcionó ligeramente. Hace falta jugar algo más de lo que ésta demo ofrece para poder comprender Sly 4 y ver si su valor es suficiente.
Bien sabe la gente que hay tres sagas de PS2 que tengo en un pedestal: Ratchet, Jak, y el propio Sly, y me alegro mucho de que Sony nos ofrezca la oportunidad de vivir una aventura más del mapache, pese a que su historia quedó bien cerrada en la trilogía. No obstante, creo que el hecho de que sea Sanzaru la encargada del desarrollo puede ser perjudicial. Ningún juego es mejor lejos de las manos de sus padres, pero Sucker Punch está muy probablemente con algo más grande, más actual y con más calado que una saga de plataformas con aspecto infantil, daño colateral de esta industria.
Creo que Sly 4 no será más grande que ningún otro Sly, pero bien es cierto que la demo es excesivamente limitada, casi un tutorial guiado, para juzgarlo. No obstante, se evidencia que técnicamente no hay demasiado esfuerzo puesto detrás, y el continuismo con la idea anterior es una constante. Las situaciones son las mismas de hace ya..¿5, 6 años?, y no creo que Sanzaru vaya a acometer riesgos demasiado grandes que compliquen las cosas. Pero eso no va a empañar el hecho de que Sly vuelve a estar entre nosotros, uno de mis deseos desde que PS3 estaba baja de software y empezaba a apostar por licencias como Uncharted o inFamous, tan alejadas de mis gustos. Las plataformas siguen vivas, aunque sea delegadas a un segundo plano.
Gracias por tu tiempo, y por leer el artículo.
Un saludo.