Entre mis muchas aficiones, han estado siempre los cómics de superhéroes. Cuando era pequeño, recuerdo haber pedido en unos Reyes un compedio de tres libros que reunía la etapa del Spiderman original, el de Stan Lee y Steve Dikto, y haber coleccionado dos series completas de cómics, series roja y azul, de Spiderman, cómics de la época del traje negro. El trepamuros ha sido quizá del que más números he llegado a reunir, y se puede considerar mi personaje de Marvel y de los cómics en general predilecto. Por muchas manos ha pasado. Unas acertadas, como Straczynski y Romita JR (en una de las etapas que más recuerdo de Amazing) y otras menos, como Joe Quesada y, por culpa de un evento, el actual guionista. Me refiero a Dan Slott.
No hace falta decirlo para aquellos que han podido leer el anticipadísimo y súper esperado Amazing Spiderman 700. Siempre suelen ocurrir cosas grandes en los números redondos del trepamuros, teniendo en mi memoria el 100, el 400 y el 500 como los más destacables. Especialmente el último, que me parece una de las historias más disfrutables que he podido leer en formato de cómic. Pero no es ningún secreto que la mejor época del amigable vecino no es esta, y lo que viene a continuación, spoilers de la edición americana del cómic, en concreto del Amazing del 695 al 700 (con detalles de la ya pasada saga «Un Nuevo Día») y el Avenging Spiderman 15.1, os van a dejar claro por qué Dan Slott quería refugiarse en un búnker tras su lanzamiento.
En los cómics anteriores al Amazing 698, vivimos una trama bastante interesante, con el retorno del Hobgoblin original (qué recuerdos cuando uno de los mayores misterios de Marvel era su verdadera identidad) combatiendo con el más reciente de ellos en una trama que envuelve la búsqueda de una base oculta de Norman Osborn. La situación de Peter Parker en la actualidad es la que él habría soñado, pues ahora es investigador en los Laboratorios Horizon, y miembro en pleno derecho de los Avengers. Además, poco a poco Slott ha ido arreglando el desaguisado montado con el llamado «mefistazo», que separó a Mary Jane y a Peter, y todo parece indicar que un regreso de la mítica pareja es posible.
Pero todo se tuerce de la manera más tonta. El Doctor Octopus, el cual vio su plan de controlar el mundo frustrado, moribundo ahora en una cárcel de altísima seguridad, se juega una última carta y, mediante uno de sus «octobots dorados», logra intercambiar su mente por la de Peter Parker, que acaba preso en el cadáver que es ahora Otto. El dibujo de Humberto Ramos lo muestra de una manera muy cruda, degenerada, casi inhumana. En los capítulos que siguen, asistimos a una historia realmente trepidante, intensa, con las tornas cambiadas y que podría haber sido un tebeo bastante memorable.
El deseo de Otto Octavius de convertirse en Spiderman no es nuevo. De hecho, es bastante viejo tal y como lo recuerdo yo. Un supervillano que ha terminado ganando muchísima más importancia de la esperada en sus inicios, desde su posición en los Seis Siniestros a esta última trama frustrada, a su más que posible final en las páginas de este Amazing 700. Y es que todo parece bastante claro. Más de uno habrá podido pensar en las páginas filtradas, que muestran a un Pete en el otro mundo siendo animado por todos sus amigos y familiares fallecidos, que se alzará una vez más, con toda la fuerza, y derrotará para siempre al Doc Ock.
No es la primera vez que Spiderman está contra las cuerdas. Hace ya muchos cómics, Kraven el cazador lo enterró vivo. Perdió sus poderes en favor de Ben Reilly y tuvo que combatir oxidado al Duende Verde. Cayó presa del tiempo en el 500 e incluso ha tenido que pactar con el demonio Mefisto. Por todo eso, cabe esperar que, por mucho que se le van torciendo las cosas a Peter en este 700 (ya que Otto se anticipa a todos y cada uno de sus movimientos) al final terminará triunfando. Pero las cosas no siempre son como parecen, y la última solución es imbuir en Octavius todos los recuerdos y el sentido de ser Spiderman (con la sempiterna «todo gran poder conlleva una gran responsabilidad») y la promesa del nuevo Spiderman de llevar su recuerdo, de ser mejor de lo que fue. El Superior Spiderman.
Y ese es el motivo por el que Dan Slott ha estado tanto tiempo diciendo que debería esconderse en un búnker tras ser leído el AS 700: Peter Parker ha muerto, y además de una forma bastante tonta. El Spiderman que todos hemos tenido con nosotros desde Amazing Fantasy 15, el vecino y amigo, al que le hemos visto pasar de adolescente a adulto, casarse y estar a punto de ser padre, ahora no va a ser más que un puñado de recuerdos y un cuerpo ocupado por el nuevo Superior Spiderman: el doctor Octopus. Lo cual nos lleva a lo que podría ser el epílogo de esta historia, el Avenging Spiderman 15.1.
En él, vemos los primeros pasos de Otto en el cuerpo de Peter, adueñándose de su vida, de sus actos y sus habilidades. Pese a la promesa que hace al final del 700 («no dejarás el mundo a un villano»), como se suele decir «aunque la mona se vista de seda…». Otto es incapaz de ocultar lo que es (lo cual ya se ve cuando casi mata en AS700 a Scorpion de un puñetazo, demostrando que el Spidey original nunca quiso el mal a sus rivales), resultando en un Peter Parker bastante arisco y que, por lo que se desprende del nuevo cómic de Daredevil, no será precisamente «amistoso vecino». A lo largo de este cómic especial, poco a poco se va demostrando como nuestro personaje habitual ha sido realmente un mal portador del nombre, viviendo una vida incompleta y poco ambiciosa, como queriendo decirle a los lectores: «habéis vivido un Spiderman incompleto, ahora os estamos dando al mejor, al Superior».
Las implicaciones de esto no hace falta que las comente. Muchas veces Marvel ha querido dar un giro a Spiderman para no caer en el agotamiento. Es su personaje más famoso, su insignia, y tantos y tantos años de aventuras suponen algo que ni la Casa de las Ideas puede llegar a manejar. Intentó cambiar al portador del traje en otras ocasiones (el ya citado Ben Reilly, que tuvo que ser revertido al tiempo, o Miles Morales en Ultimate, que aún aguanta el tirón por lo bien que se ha conceptualizado el personaje y por el hecho de no ser el universo real) y en otras ha querido dar una vuelta de tuerca (como el traje orgánico de las Guerras Secretas que dio origen a Venom, la muerte de Gwen y la aparición de una nueva chica, MJ, el «mefistazo» o vuelta a los orígenes del Spiderman soltero…) resultando muchas veces más efectiva la situación normal.
Yo siempre he pensado que para experimentos ya tenían la línea Ultimate y que sus sagas normales deben seguir patrones continuos. Los que empezaron a leer Amazing Fantasy 15 aún siguen el héroe hoy, y es lógico que les resulte más entretenido ver un héroe que madura con ellos a otro que están modificando una y otra vez. Dan Slott había estado haciéndolo muy bien en esta etapa con Amazing, desmontando el error que supuso el «mefistazo» y a la vez ofreciendo tramas bastante entretenidas al expectador con un estilo de guión peculiar, directo. Quizá no del todo «Spiderman», pero sí capaz de mantener el interés por lo que en él ocurría, coherente con el universo en la medida de lo posible.
Pero ha llegado la iniciativa Marvel Now!, que está pretendiendo dar una radical vuelta de tuerca a todas las sagas de la compañía perteneciente a Disney, y Spiderman no podía librarse. Si valoramos el concepto de Superior como tal, la idea no es para nada mala. Tenemos a un personaje con unas ideas y un perfil psicológico diferente a Peter Parker, pero poseedor de todas las memorias e ideas que éste tenía, lo cual puede fusionarse y, en cierta manera, ofrecernos a un Peter Parker mucho más directo, con más riesgo, y que afronte situaciones de más violencia. El problema viene cuando el espectador sabe que, aunque el cuerpo, la voz y la vida sean la de Peter, el personaje no lo es. Es Otto Octavius, por mucho que, en Avenging 15.1, se avergüence de sí mismo, de su maldad. Un malo de Spiderman no es la clase de personaje que conozca las motivaciones del héroe por muchas memorias que cargue.
Y Dan Slott parecía ser consciente de que los fans no iban a aceptarlo. Spiderman es Peter Parker, con todas las consecuencias. Quitar al personaje y dejar solo el nombre no te va a garantizar el éxito. La gente tiene miedo a los cambios, y eso es bastante cierto, aunque en ocasiones los acepten en mayor o menor medida (como Ben Reilly en su día), pero el mundo editorial, como todo, es un negocio, y el estancamiento y bajada de ventas no es una opción. Deben existir revulsivos que creen interés de cara a los siguientes números. Y Slott ha sabido crear la expectación. Incluso la trama (pues 698 a 700 están llenos de grandísimos momentos, con un cómic final que te hace decir «vale, todo está en contra de Peter, a ver como lo arregla») ha sabido acompañar. Hasta llegar al final, donde te quedas diciendo «oh vamos, ha sobrevivido a cosas mucho peores todos estos años».
Y no obstante, si se quería matar a Peter Parker, hay miles de formas mejores de poner fin a un personaje mítico en la historia del cómic que morir dentro de un cuerpo cadavérico y derrotado por uno de sus mayores supervillanos, significando sus últimas palabras la rendición incondicional ante un enemigo, el pasar el testigo por obligación, el aceptar que vivirá su vida sin condiciones ni dudas (las cuales tiene en 699, temiendo que convertirá la vida que él llevó y la de sus seres amados en un infierno). Y, aunque no esté mal planteado, la base ya parte con una cantidad monstruosa de críticas (hasta con estúpidas amenazas de muerte al pobre Slott, el cual, si ha escrito eso, es porque le han dejado) que va a perjudicar al largo plazo de un Spiderman que ya se había resentido con el «mesfistazo».
Superior Spiderman nace herido, con un mal crónico que le va a acompañar en toda su etapa. Los fans no le han aceptado como corresponde. El nuevo traje, como el de siempre, pero con cristales y araña metálicos y unas garras en manos y pies, es continuísta, pero a la vez demuestra una especie de «modernidad» que está impegnando toda la nueva Marvel. Quizá la idea, con tiempo, pueda ser madurada y resulte coherente. También tienen muchas formas de revertirla, y en el «link mental» que ocurre en las últimas páginas de AS700 puede estar la clave, así como en los propios recuerdos de Peter. Otra forma de hacerlo, tipo viaje en el tiempo o nuevo pacto demoníaco, sería aceptar un error, dejando la carrera de Slott como guionista más maltrecha de lo que está ya. Ha sido una lástima que una gran etapa en Amazing acabe tan mal.
Ya les resultó difícil a los fans aceptar que Peter y MJ no habían vivido nada de lo acontecido en los cómics anteriores al mefistazo, y no hace falta decir ya que el que ahora lanza las redes sea un villano clásico por muy honorable que se vuelva (muchos se van a quedar con la idea del trepamuros siniestro y dantesco del AS700 y no con el de las últimas páginas y Avenging 15.1). La colección Superior puede haber nacido muerta ya. Los fans saben que hay ciertas cosas de un cómic que leen que no se deben tocar, pero parece que Marvel es capaz de llegar a cualquier extremo con tal de dar aire fresco a sus ventas. Veremos si lo que han conseguido no es clavar otro clavo más en el ataud que iniciaron con Mefisto.
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