Análisis: Ratchet y Clank Q Force

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En 10 años pueden pasar muchas cosas. Hace justo ese tiempo, nació una pareja de héroes que se unió de una manera muy inusual. Uno, un robot fugitivo de una fábrica, otro, un lombax mecánico que era seguidor acérrimo del Capitán Qwark. Ambos debieron embarcarse en una cruzada para liberar la galaxia de la tiranía del Presidente Drek, en lo que sería el nacimiento de una prolífica saga en Playstation 2, que unía plataformas con acción, así como un universo colorido y con mucho humor para dar lugar a uno de los mayores valores first de Sony.

Justo ha pasado una década de aquel 2002, y nos encontramos con una nueva aventura del lombax y el robot, en esta ocasión, un poco diferente a lo habitual. Ratchet y Clank Q Force, llamado Full Frontal Assault en América, nos presenta una extraña mezcla del formato habitual de la franquicia con el género tower defense, en el que debemos proteger una base de las invasiones enemigas. El resultado es un producto a bajo precio que es pionero, junto a otros como Battle Royale o Motorstorm RC, de la iniciativa CrossBuy, donde comprando la versión de PS3 te llevas la de Vita gratis.

Los fans de los juegos de Ratchet se encontraron anteriormente con un radical experimento de una Insomniac que se está diversificando, con un notable juego cooperativo (All 4 One) pero que se alejaba de los cánones clásicos de la saga. Con este Q Force nos encontramos nuevamente con un Ratchet a la antigua, pero ofreciendo una nueva mecánica de escenarios. ¿Estás preparado para conquistar los centros de control de los planetas a la vez que defiendes a muerte tu base de operaciones?

La historia del juego es bastante sencilla, incluso más de lo que se podría esperar de la franquicia. El ya ex-presidente galático Qwark está muy aburrido en su base flotante, la Nave Phoenix II, porque no hay nada que requiera de su actuación. Situación que cambia rápidamente con la llegada de una transmisión de un temible supervillano, que afirma haber secuestrado 3 planteas que deben ser liberados por la fuerza del capitán, la Q Force, compuesta por él mismo, Ratchet y Clank (que presenta un aspecto curioso en esta entrega, con una armadura de combate robusta).

Nuestra misión será, pues, establecer una serie de bases en esos planetas y liberarlos del yugo del malvado, que se revela como Zurgo, un antiguo personaje aparecido en los juegos de PS2, que quiere tomar venganza ante su antiguo ídolo Qwark. Nuevamente, el trabajo de ambientación de Insomniac es realmente grande, pues nos da la sensación de un universo consistente y bastante rico en detalles, con los toques de humor ya habituales en la saga y esa sensación de que podría aspirar a la gran pantalla y a tutear a Dreamworks y Pixar casi sin problema.

No obstante, este juego no es el mejor ejemplo en este aspecto, pues la parte argumental está reducida al mínimo, a apenas 6 escenas contadas. Presenta un giro argumental ciertamente inesperado, pero más allá de eso, la trama es predecible e insulsa, no aportando absolutamente nada a el marco que creó Armados hasta los Dientes y que muy probablemente no tendrá continuación ya hasta la próxima generación. Se intuyen todos los elementos que hacen grande al argumento de la franquicia, pero están reducidos a una extensión tremendamente mínima. En Busca del Tesoro, cuando apareció, costaba menos y era más corto, pero su trama tenía cierto interés y una ambientación singular, algo que este Q Force no maneja nada bien.

Gráficamente, se observa el mismo problema que en el argumento. Deja entrever de lo que la saga es capaz, con unos entornos tremendamente ricos en detalles y muy coloridos, así como unos personajes con un enorme grado de expresividad. Pero su motor no es el de Atrapados en el Tiempo, aquel que hizo comparar la saga con las producciones de Pixar, sino el de Todos para Uno, de una factura inferior aunque realmente no se note en la práctica. Da la sensación de que debería haber sido el motor con el que se iniciase la generación en PS3, y no con el que se acabe. No desentona en absoluto ni tiene bajones pese a la masificación de enemigos, pero esta saga y la propia consola han dado momentos mucho mejores.

Se nos presenta igualmente una falta de variedad de entornos por lo limitado de su propuesta, consistiendo apenas en los típicos entornos básicos de jungla, nieve, lava y alta tecnología, lo suficientemente variados como para que no se caiga en el tedio y la repetición, pero sí con la evidencia de quedarse cortos ante el enorme despliegue que ha dado esta saga en Atrapados en el Tiempo.

Incluso los enemigos dan la sensación de ser algo que ya se ha visto antes, meras variaciones de lo que ya hemos visto anteriormente. Y eso puede dar una evidencia del agotamiento que está sufriendo la saga del lombax en esta generación, pese a solo tener un juego más que en la de PS2 sin contar PSP. Cuando tienes tanto recorrido, una década, se hace difícil sorprender. Pero Insomniac puede, y lo ha hecho. Fuse, su propuesta multiplataforma de acción, probablemente haya impedido que este juego haya tenido la atención que hubiera sido merecida y haya impedido un trabajo mayor en la originalidad.

En lo referente al apartado sonoro, el doblaje sigue siendo tan excepcional como suele, teniendo una de las traducciones a español más sobresalientes que recuerdo en este campo. Pero una vez más, sufre exactamente el mismo problema que en los anteriores casos comentados: reciclaje. Muchas de las líneas de doblaje en pleno juego proceden, bien de Todos para Uno, o de Atrapados en el Tiempo, no así en los referentes a nuevos personajes o las escasas cinemáticas, que siguen manteniendo la calidad acostumbrada.

La banda sonora no destaca prácticamente en nada, siendo bastante buena acompañante de la experiencia de juego sin resultar de las referenciales de la generación. Destacan especialmente quizá las del final de juego o la que suena al emplear el Marchitrón, dejando una mención especial a una en concreto que surge en los prolegómenos del 4º nivel en nuestra nave, un gran guiño de Insomniac que, si te pilla de improviso como a mi, te sacaré sin duda una gran sonrisa a la vez que un gran homenaje a un icono ya fallecido.

Podemos decir que en lo técnico generalmente mantiene un nive notable, pero en lo jugable encontramos quizá la pequeña gran revolución. Ratchet y Clank Q Force es un juego que recupera la fórmula de siempre, con su vista habitual, sus plataformas y su armamento mejorable, pero mezclándolo con la interesante (sobre el papel) premisa de la defensa y captura de bases. El procedimiento básico de los niveles es desactivar unas barreras, para ir luego a por la base central del enemigo, debiendo defender la tuya propia en el proceso de los asedios de las tropas.

Nuestra base consiste básicamente en una serie de generadores de energía (haciendo el papel de, por ejemplo, torres en League of Legends) que deben ser defendidas a toda costa de los ataques enemigos, que paulatinamente atacarán nuestro emplazamiento en oleadas, siendo avisados de ello por un indicador en la derecha de la pantalla. Para evitar que se nos complique la vida, tenemos la posibilidad de adquirir una serie de defensas, dividas en barreras (para impedir el paso), minas (para sorprender a los enemigos que las pisen) y torretas (la forma de defensa más activa), que adquirimos con los guitones que aparecen por el resto del mapa.

Al margen de defender la base, debemos buscar por el mapa unos puntos de suministro, ya que entramos en los niveles sin arma alguna, obteniéndolas de estos lugares tras resolver un simple puzzle. Todo el armamento será conocido para aquellos que jugasen Todos para Uno y Atrapados en el Tiempo, ya que procede de allí. Desde el Incendiador al Marchitrón, pasando por el fiel Sr.Zurkon o el Eruptor Sónico. Tenemos 3 niveles de mejora de las armas, lo cual se antoja a poco, y suben de manera automática con el uso, no pudiendo emplear ninguna mejora por nuestra parte.

Con dicho armamento en nuestras manos, nos disponemos a desactivar las barreras parciales (o puntos críticos, dependiendo de la base) que suelen estar protegidas por los enemigos, tras lo cual se nos abrirá la puerta del centro de control planetario, objetivo último. La dificultad reside en que, mientras hacemos esto, en ocasiones invadirán nuestra base y deberemos volver rápidamente (contando con las hoverbotas de velocidad para ello). Las mecánicas de juego son las mismas de un Ratchet de siempre, con su ataque de llave, su hipermandoble o el planeador, independiente de si jugamos con Ratchet, Clank o Qwark.

Las fases poseen la ventaja de ser muy rejugables, ya que hay objetivos como superarlas por tiempo, sin perder generadores, lo cual es tremendamente difícil en las últimas, u obtener los habituales guitones de oro. Conforme las superamos se nos otorgan posibilidades como los ascensos, aumentando nuestras habilidades, así como trucos desbloqueables. También contamos con los habituales puntos de habilidad en la franquicia y un set de trofeos de dificultad media.

No obstante, su modo de proceder es tremendamente esquemático. Si excluimos la última fase, en las demás tenemos solo que destruir puntos de interés, ir a la base central y, tras ello, aguantar una oleada final en la nuestra para superar el nivel. No obstante, cada una de las 4 fases que sigue este esquema presenta sus propias variables. Por ejemplo, en una de ellas hay unos enemigos que portan granadas que hay que destruir, o supone una pérdida de un generador instantánea. En otra de ellas hay que buscar un balanceador para poder superarla, o proteger un dispositivo asediado por enemigos.

La variedad, en este caso, está asegurada, y no es un juego precisamente asequible. Salvo quizá las dos primeras fases, nos encontraremos con auténticas masacres que requerirán que nos pateemos el mapa en busca de guitones para mejorar nuestra base, así como la búsqueda de todas las armas sueltas y subirlas a su nivel 3, para tener una garantía de éxito. Es un juego mucho más estratégico que anteriores Ratchet pese a emplear su mecánica clásica, lo cual supone un buen soplo de aire fresco en un género con normas tan establecidas como las plataformas, así como un interesante componente tower defense.

Uno de los mayores problemas del juego es su duración, pues apenas tiene 4 fases y el nivel del jefe, pudiendo superarse en apenas 4-5 horas, requiriendo quizá unas 12-15 para obtener el 100% de los 5 niveles, todos los puntos de habilidad, secretos y trucos. Podemos superar la aventura en solitario o cooperando a pantalla partida con un amigo, pero mi televisor, misteriosamente, no soporta esta opción, por lo que me vi obligado a superarla en solitario, o a hacerlo online con un desconocido.

Se nos presenta igualmente una modalidad multijugador que quizá sea lo que más vida le de al título en un futuro, pues es un intercambio continuo de golpes, no tan estratégico como juegos MOBA como League of Legends o DoTA, pero si divertido, debiendo defender la base e ir a por la del enemigo con decisión. Son combates 2vs2 bastante dinámicos e interesantes, pero que no camuflan la escasísima duración de la campaña principal. Es más que evidente que esperar un Ratchet completo aquí era una tontería, pero no habría estado nada mal un mayor número de fases, y más cuando se superan en tan poco tiempo.

Este Ratchet no va a suponer ninguna revolución en la saga e incluso en ciertos apartados se ve superado por una experiencia tan breve como En Busca del Tesoro, pero resulta un juego en conjunto divertido y bastante desafiante si se busca obtener el 100% de lo que oculta. El componente de defensa de fases no está nada mal, aunque cree en el jugador la sensación de frustración de estar en medio de la búsqueda de un objetivo secundario y deba abandonarlo (a veces perdiéndose por el mapa) para defender una base.

El sistema de armas tampoco es realmente espectacular, muy limitado respecto a entregas anteriores, y en general se echa en falta un «poco más» que le haga sentirse como un Ratchet en pleno derecho. Como 10 aniversario, queda como un pastel refrigerado más que una tarta: te la comes con gusto, pero sabes que podrías tener algo mejor si se hubiera invertido un poco más.

NOTA

Historia: Se intuyen muchísimos de los elementos que han hecho célebres en este aspecto a Ratchet y Clank, como el humor absurdo y el universo consistente, rico y variado. Pero apenas se tira en condiciones de una idea que podría haber dado más de sí con mayor duración. El villano no es memorable, y realmente hay muy poco trabajo invertido en este aspecto. (6.5)

Gráficos: Emplea el motor gráfico de Todos Para Uno, un escalón por debajo que aquel excelso motor que logró equiparar la saga con producciones de Pixar. Sigue siendo referencial en expresión facial, pero los entornos podrían ser más variados. Los enemigos dan la sensación de ser pequeñas variaciones de los mismos de siempre. (7.75)

Sonido: El doblaje, como siempre, excepcional, aunque se recicla muchísimo de juegos anteriores. La música no desentona para nada en el conjunto general, aunque tampoco destaca y hay un elemento realmente bueno en forma de huevo de pascua en este apartado en homenaje a un «meme» recientemente fallecido. (7.5)

Jugabilidad: Recupera la esencia de Ratchet a todos los efectos, y se hace bastante divertido de jugar. La esencia de tower defense es una buena idea, pero puede crear un agobio y frustración en el jugador por tener que multiplicarse y no poder ir a su ritmo en los niveles. Las fases en sí son variadas pese a partir de la misma base. Sistema de armas no explotado, muy básico, y no se aprecia ninguna mecánica definitoria que destaque sobre otros Ratchet, solo coge elementos y los explota muy poco. (8)

Otros: Un juego bastante corto, ya que en 5 horas se supera, pero muy rejugable, ya que esconde una gran multitud de secretos y coleccionables. Sus 5 planetas dan para mucho si se pretende ir a por objetivos complicados. Tiene cooperativo local y online de campaña y un 2vs2 competitivo muy interesante si se explota. Crossbuy con Vita a partir de Enero que da un juego sólido a la portátil. Da la sensación de tener todo lo que caracteriza a un Ratchet y Clank, pero quedarse a medias en todo ello. (8)

NOTA: 7.6/10


Y este ha sido el análisis de hoy. Este Ratchet y Clank Q Force es un juego que los fans de la saga disfrutaremos, pero que se nos va a quedar corto aún yendo a por todas. Divierte como siempre, y sigue siendo una de las sagas que me animan siempre a apostar por Playstation, pero da la sensación de que se ha quedado cojo, quizá por culpa del desarrollo de Overstrike/Fuse, o por su carácter multiplataforma, ofreciendo todo lo que la saga dio de si, pero sin explotarlo para nada.

El que lo juegue, se va a encontrar un juego bastante bien ejecutado, sin fisuras, pero demasiado corto y sin explotar totalmente el potencial de una buena idea. All 4 One, con todos sus fallos, destacó en tener la duración suficiente para que su mecánica explotara. Este juego, con un poco más de tiempo y profundidad, podría haber sido un digno spin-off de una saga que espero que llegue a 20 años con la misma fuerza y humor.

Gracias por tu tiempo, y por leer el artículo.

Un saludo.

JC_ADXAnálisis: Ratchet y Clank Q Force

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