Gaspar Noé lleva a sus espaldas películas que muestran el incesto, la violación y la adicción a las drogas. Un historial que escrito en palabras ya asusta y que experimentado de primera mano le ha llevado a dirigir algunas de las escenas más desagradables y polémicas del cine. Al director argentino le ha encantado provocar desde sus inicios, pero su prestigio no se debe a los temas que trata, sino a su capacidad para crear una estética propia, su peculiar forma de narrar y su cruda representación de la violencia. Love, estrenada en 2015, es su última provocación al mostrar incontables escenas de sexo explícito.