Hoy sale Persona 5. No tengo ni idea de si me gustará o no, no sé ni qué pensar de este título. A veces he sentido ganas de cancelar mi reserva, mientras que otras recordaba cuánto me gusta Persona 3 y me decía a mí misma que tenía que apoyar a este juego. Si habéis leído este blog alguna vez ya sabréis que tengo una relación tormentosa de amor, odio y muchos rencores con Atlus, pero pese a todo compro religiosamente todos sus juegos que salen en europa (y también la mayoría de los que no). Y hoy, pensando en el primer juego de Atlus que compré, no he podido evitar reprimir una sonrisa. Si no hubiera cancelado Persona 5 (con todo el dolor de mi corazón, hay que decirlo) por coincidir con NieR Automata, mañana vendría el señor cartero y yo dejaría el juego instalándose mientras me echo unas partidas a Outrun. Pero hace ocho años… ¡bueno, no fue tan sencillo!