Análisis: Deus Ex: Human Revolution (PS3, XBOX360, PC)

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Ficha técnica:

Lanzamiento: 26 Agosto 2011

Género: Acción/Sigilo/Rol

Distribuidora: Square Enix

Modo de Juego: Un Jugador

Crítica:

Después de que algunos usuarios de esta comunidad, y otros jugadores de fuera de Gamefilia, me comentaran que tenía que jugar a este juego reiteradamente al final conseguí que esta joya entrara en mi consola. ¿Y cuál fue mi primera sorpresa? Pues que el juego está desarrollado por la mítica Eidos Montreal, lo cuál desconocía.

Las primeras horas de juego fueron bastante toscas, adaptarse a los controles, mirar los tutoriales, saltarse la primera misión secundaria por error… suerte que contaba con alguien que ya lo había finalizado para aconsejarme reiniciar el juego. Dicho y hecho, una vez ya había pillado el truco (y cogida la primera misión secundaria) la jugabilidad del título se hizo mucho más fluida.

Y en esas que empiezas a entender la dinámica del juego, consigues observar su total grandilocuencia. La posibilidad de escoger múltiples caminos para llegar a donde nosotros queramos y de la forma que nosotros escojamos.

Esa es una de las grandes bazas de este videojuego, pese a tratarse de un argumento casi lineal, los escenarios en los que se desarrolla son gigantescos (des de una fábrica hasta las calles de Singapur) y las opciones que podemos seguir son casi ilimitadas. Para poner un ejemplo, en una típica misión de infiltración podemos entrar por la puerta principal, podemos colarnos por uno de los múltiples conductos de ventilación, podemos entrar por una ventana, podemos piratear una puerta trasera para entrar tranquilamente…

Pero para cada acción tendremos que ir aumentando nuestras habilidades mediante el sistema de «PRAXIS», para orientar la evolución de Adam para que nuestra infiltración sea más sencilla. Y si no queremos infiltrarnos, «siempre» podemos ir como en un CoD convencional e ir pegando tiros a diestro y siniestro, acabando con nuestros enemigos de diez en diez gracias a nuestro arsenal (Limitado por un «maletín» como en visto en RE4), aunque no es la opción más recomendada, ya que la IA de los enemigos está bastante bien desarrollada y no dudarán en pegarnos un tiro en la cabeza y que nuestra misión acabe en un triste insta-kill

Además de poder ir escogiendo cómo evolucionar a nuestro personaje también encontraremos un amplio elenco de misiones secundarias, muy logradas ellas y con cierto peso argumental. Estas misiones nos ayudarán a perfeccionar nuestras técnicas y con ellas conseguiremos recompensas que nos serán de gran utilidad para la campaña principal, tales como mejoras para nuestras armas o paquetes de Praxis. Ojo, que para que algunas misiones secundarias aparezcan, antes tenemos que haber hecho (o no) algunos requisitos específicos en la historia principal, cosa que hace el conjunto mucho más homogéneo y no deja estas misiones como simples «pegotes» como sí sucede en otros juegos.

Para acabarlo de rematar, tendremos grandes zonas que explorar en las misiones primarias o entre estas misiones (dos ciudades básicamente). Ciudades cada una caracterizadas perfectamente, con personas con las que podemos hablar, policías, vagabundos, matones, prostitutas… y podemos hacer lo que queramos con ellos. Eso sí, una vez hagamos hecho algo con ellos, quedará para el resto del juego así. Por ejemplo, podemos matar a unos vagabundos en un callejón oscuro y ahí se quedarán para la posteridad, o si matamos a un personaje «importante» éste no volverá a aparecer. Este pequeño detalle da un puntazo de realismo a este videojuego impresionante. Además, en estas ciudades encontraremos zonas «Ocultas» que nos guardarán items que nos ayudarán en la historia, a las cuales podremos acceder con las distintas habilidades del personaje.

Cambiando de tema radicalmente, cabe destacar el increíble lavado de cara que ha sufrido el motor de juego con el que se mueve este videojuego (Motor Crystal Dynamics Engine). Los detalles de algunas de las partes de los escenarios son increíbles, aunque algunos de los moldeados dejan bastante que desear y parecen sacados de principios de esta generación de consolas, por lo que este motor nos dará una de cal y otra de arena… pero en general nos dejará con un buen sabor de boca.

¿Y cuándo toca hablar del argumento? Pues la guinda del pastel siempre queda para el final. Quizá en un principio no lo parezca en un principio, pero el argumento del videojuego se irá retorciendo sobre sí mismo gracias a los múltiples problemas éticos y morales, los cuales nos harán reflexionar a nosotros mismos sobre lo que está bien y lo que no. Y no solo eso, sino que a lo largo del juego iremos desarrollando o siendo más partidarios de alguna de las ideologías, las cuales se verán reflejadas directamente en el final del juego. Casi como el análisis de la «personalidad» en Silent Hill: Shaterred Memories que modificaba el modo de jugabilidad mientras estabas jugando a él.

Clarísimamente, voy a acabar este análisis sin destripar nada del argumento ya que es casi propio de una producción Hollywoodiense y es digno de ser descubierto por vosotros mismos cuando le echéis las garras a esta obra maestra si aún no lo habéis hecho.

Una buena película, un CD rememorable, una serie que podría servir como bandera y referencia a todas las demás del género u estilo.