Me gustan las buenas historias. Las que te hacen ver más allá, soñar, reírte, pensar… y, cuando hallas alguna, hay que contarlo. Y lo contrario, hay que avisar cuando te venden la mediocridad como obra maestra. Sed bienvenidos, fremen
Mas de 30 años han pasado desde que salió el Monkey Island 2 LeChuck’s Revenge y su polémico y peculiar final. Os hablé más de esto y de Monkey Island 2 en su propia entrada , así que no pongo más contexto, solo decir que esta tercera parte lo retoma desde donde terminó el segundo juego.
Es una enorme alegría ver cómo resuelve el creador del juego original, Ron Gilbert, el final del anterior juego de forma ingeniosa, divertida y que encaja bastante bien. En el vídeo podéis verlo pero ojo, que es SPOILER puro.
Mucho más tarde de lo que creía pero ha sido en 2020 cuando la saga de ciencia ficción más importante de todos los tiempos ha terminado. Con su excentricidad, comenzando una saga «in media res», por el capítulo IV, el que luego se bautizó «Una nueva esperanza» en uno de los títulos más acertados de todos, con su ingenuidad, con su aventura, su rebeldía y su capacidad para hacer soñar.
Antes de continuar, aviso que hay spoilers, mejor leer la entrada habiendo visto la trilogía.
El final de la trilogía que George Lucas pensó que necesitaba contar y en mi opinión la mejor de las tres.
No deja de ser bastante floja entre otras razones porque el actor elegido para hacer de Anakin, Hayden Christensen, a pesar de su 1,83 cm., no da la talla en ningún momento, sigue sobreactuado y su personaje hay momentos que recuerda más a un psicótico que al frío, cruel y despiadado Darth Vader, pero no chillón, gesticulando como un loco y acusando a los demás de que le envidiaban. Parece un malo de opereta casi todo el rato y no mejora cuando lo que tiene que hacer es mostrar lo enamorado que está, dispuesto a traicionar a todo lo que cree por amor. Es un personaje trágico, pues no consigue lo que quiere y en manos de un actor mínimamente competente podría haber sido un papel antológico pero trisemente no es así. Las palabras están, el porqué hace las cosas se oye y se ve, pero no resulta creíble y queda casi como una excusa para la acción.
Pues, a pesar de todo eso, es la mejor de las tres.