Silent Hill: Dying Inside


Cuando Rokuso propuso su iniciativa de hablar de Silent Hill, una saga que había jugado poco, recordé que es una saga con distintas adaptaciones a otros medios y precisamente hay una larga tradición de hacer adaptaciones de otros medios a los cómics. Los cómics tienen una gran ventaja, son relativamente baratos de producir y no tienen límites respecto a lo que quieres contar. Si quieres hacer Planetary y recorrer todas las épocas y todos los países del mundo, el coste de producción es el mismo que para hacer Píldoras Azules en el que prácticamente no se mueven del edificio.

Además esa tradición tiene magníficos exponentes como los cómics de Star Wars, los de Halo, los de Buffy, los de Firefly, los de The Witcher o los de Star Trek entre muchos, muchos otros.

Silent Hill, que es uno de los escasos videojuegos que tiene una película decente, también optó por complementar su universo (¿un pueblo vale como universo?) con una serie de comics cuya primera colección es esta que comentamos.

La editorial IDW está especializada en franquicias de otros medios. A día de hoy publican, por ejemplo, Teenage Mutant Ninja Turtles Heroes, Star Trek, Godzilla, Back to the Future, Transformers o X-FIles. En el año 2004, cuando se iba a lanzar el juego Silent Hill 4 The Room, lanzaron esta miniserie de cinco números.

La historia se divide en dos de forma bastante bien hilada.

Ben Templesmith en los dos primeros números

La primera parte que abarca los primeros dos números, cuenta como una chica que había ido a rodar una película a Silent Hill, vuelve casi catatónica y un psicólogo decide que la mejor forma de sacarla de su estado es visitar Silent Hill. Sí, es tan buena idea como parece.

Los cinco capítulos los guioniza Scott Ciencin, escritor de larga experiencia con varias novelas de «Reinos Olvidados (Forgotten Realms)» y bastantes comics,  pero esta primera parte la dibuja Ben Templesmith con bastante acierto. Ben Templesmith mezcla escenas pintadas con otras dibujadas, cambiando los dibujos de viñeta en viñeta y buscando el desasosiego que necesita la historia. Eso está bien, pero lo mejor es que, por extraños y desazonadores que puedan ser los dibujos, no descuida la narrativa y la historia se sigue y se entiende muy bien. No es extraño, es un dibujante especializado en cómic de terror, habiendo colaborado con Steve Niles en 30 días de noche, Criminal Macabre, Hellspawn o Dead Space, por ejemplo, habiendo sido nominado en múltiples ocasiones a los Eisner.

Esta primera parte es estupenda, quizá no el colmo de la originalidad, pero está bien contada, muy buen ritmo narrativo y buen final, que no es un final, porque enlaza con la segunda parte.

Aadi Salmon emborrona los tres últimos números

Esta segunda parte cuenta como una chica especialmente brillante y aburrida que ese año ha decidido ser gótica con un grupo de seguidores, ve la cinta rodada en Silent Hill y decide llevárselos a todos porque cree que ahí está la clave para desentrañar un grimorio que les reportaría un dinero ingente por parte de los millonarios ilusos que creen que es real. Vale, es un poco idiota el planteamiento, pero es una excusa para la historia real que se esconde detrás de esta excusa que es bastante más oscura y macabra. Mucho más oscura, de hecho, porque cambiamos de dibujante para esta segunda parte, que cuenta con una historia bien contada y con cambios interesantes pero que lo estropean los dibujos.

En un principio, el dibujante Aadi Salman, con poca carrera internacional (es malayo) aparte de estos comics, sigue un estilo similar a Templesmith. El problema es que su narrativa es un desastre y sus dibujos son ininteligibles. EN muchos casos no sabes quién es quién, que está pasando, cómo muere alguien. No se entiende el dibujo y hace muy farragoso seguir la historia que, afortunadamente, es sencilla y aunque los dibujos molestan bastante, se entiende sin problemas.

Supongo que no soy el único que opina que es un desastre porque apenas se han visto más trabajos en los cómics americanos de este caballero. Es el ejemplo del peligro que representa utilizar técnicas similares a las Bill Sienkiewicz o Dave McKean sin tener ni idea de contar una historia.

No quisiera dejar de comentar las portadas. No es que sean increíbles, pero son buenas y son obra de Ashley Wood, muy conocido por ocuparse de las portadas de Metal Gear por el mundo en general y por los aficionados a los cómics por sus cómics de Metal Gear, Automatic Kafka y multitud de notables colaboraciones tanto en Marvel como en DC. Ya podía haber dibujado él.

El cómic a pesar de sus carencias debió vender lo suficiente porque posteriormente han publicado hasta ocho miniseries independientes.

En conclusión, la adaptación al cómic del mundo de Silent Hill es un tanto fallida, con una historia aceptablemente interesante, mejor por como está contada que por lo que cuenta y una primera parte bien dibujada y una segunda espantosa. Seguirlo en España no es posible, hay una edición mexicana en castellano y la otra alternativa es leerlo en inglés.

Saludos fremen.

6 comentarios en «Silent Hill: Dying Inside»

  1. Hasta ahora no tenía ni idea de la existencia de comics de Silent Hill. Y siendo hsitorias originales enmarcadas en dicho universo, podré leermelas sin problemas de spoileracos gordos. Que yo solo me he jugado el 1 y el 2.

    Eso si, la excusas que ponen en ambos comics para aventurarse al pueblo son de lo más gilipollas que he visto. ¿No podrían currarse algo mejor? No se, ¿Algo cn más sentido y lógica? Espero que la narrativa mejore en los próximos porque si no, mal vamos…

    Parece interesante. Pero lo que me tiene mosca un poco es lo que comentas sobre la intelegibilidad de algunos de los dibujos. ¿Tan malos son? Si es así vaya chasco de comic…

    En fin, miraré una 2ª Opinión a ver que dice Luna. Muy buena crítica por cierto.

    1. El de Luna y el que yo comento son de autores diferentes y por lo visto el que él leyó está muy bien dibujado. Este también, la primera parte, pero la segunda decae muchísimo. De toas formas, se dejan leer bien y si te gusta Silent Hill te encuentras con una guapa enfermera y algunos de sus alegres vecinos.

  2. No sé cómo será viñeta a viñeta y a niveles de narración, pero así a bote pronto tampoco me parece taaaaan nefasto el trabajo de Aadi Salmon (y tampoco me gusta tanto el del primer dibujante, esas caras me dan bastante repelús simplemente por feas).Lo he buscado en google imágenes y no me ha dado ningún resultado útil (ni Silent HIll Aadi Salmon ni el nombre del cómic ni nada, no sé qué le pasa hoy a google).

    Por cierto, has leído Automatic Kafka? Soy muy fan del dibujo de Wood, pero también el primero en decir que no se le entiende una mierda y que leer su Metal Gear lleva mucho esfuerzo aún habiendo pasado previamente los juegos.

    1. Porque la historia es fácilmente comprensible, pero narrativamente es muy confuso y los personajes, cuando tienen aspecto humano y no son siimplemente un borrón, no son fáciles de distinguir quién es quién. Cuando matan a alguien te lo crees porque por más que miras la viñeta donde se supone que está sucediendo no lo ves. De verdad, pa pegarle. Templesmith es Dios a su lado, en serio, el recurso de las caras feas es uno de los innumerables que utiliza, cambiando la realidad de viñeta a viñeta para crear sensación de desasosiego. No es que sea fan de él tampoco pero la diferencia entre ambos es abismal.

      De Ashley Wood no he leído casi nada, lo poco que ha hecho para la Patrulla X, algo de Sam & Twitch y Motorista fantasma 2099. Me gusta como dibuja pero tampoco le sigo mucho, la verdad. De todas formas, llamándose el cómic Automatic Kafka, hubiera sido un fracaso que se entendiera xD

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