Esta colección es una considerable ida de olla. Reunir a los badass más malotes de Marvel ya tenía su aquél pero que además añadan a Conan el Cimmerio, recientemente llegado de la era Hyboria, y de recuperar los derechos Marvel sobre el bárbaro, parecía traspasar cualquier límite del sentido común. Lo primero que pensé es que se imponía la política Disney de explotar al máximo las franquicias cómo están haciendo con Star Wars.
Seguramente haya algo de eso pero como el guionista ha ido a por todas y se ha sacado una historia a lo Robert E. Howard pero el de los mitos de Cthulhu solo que mezclando a un mago de la era de Conan como Kulan Gath con el cruce entre mafia y Ninjas que son La Mano, el resultado es muy desquiciado y muy explosivo.
Kulan Gath es un mago Hyborio que tuvo su momento de mayor esplendor en la X-Men cuando transformó a toda la isla de Manhattan en una ciudad Hyboria, incluídos los habitantes, civiles y superhéroes que estaban bajo su hechizo. Seguramente esté entre las tres mejores sagas de la Patrulla-X después de que Byrne se fuera. Aquí fueron el gran Chris Claremont y John Romita Jr. los encargados de semejante maravilla. El caso es que llevaba tiempo en nuestra era y tiene un plan para atraer a un Dios Hyborio, de esos dioses primigenios que tan mal café tienen.
El plan es atraer a los mejores guerreros para alimentar con su sangre un enorme caldero para invocar al Dios Hyborio. Así, con engaños atraen hasta la Tierra Salvaje a Lobezno, a Conan que andaba por allí, a Elektra, al Hermano Vudú. Este último creo que es debilidad del guionista porque si no, no pintaría nada ahí.
También deciden atraer a Frank Castle, the Punisher, pero en este caso, además, tienen el peor plan del mundo. Robar los féretros de su familia asesinada y llevarlos a la Tierra Salvaje. Desde luego, se aseguran que acuda, pero que él solo va a deforestar la zona y derretir el polo es igual de inevitable.
El caso es que la historia funciona bastante bien. El guionista, Gerry Duggan, ha guionizado durante tiempo a Deadpool y tiene un tono desenfadado, salvaje y sin cortapisas que se complementa sorprendentemente bien con no perder el foco de los personajes. Conan sigue siendo Conan como Lobezno es Lobezno. Son personajes diferenciados con su propio carácter, motivación y forma de hablar y de ser.
Sin embargo la historia es salvaje e incluso arriesgada con imágenes que rara vez se han visto en un cómic de Superhéroes y con una cantidad de hemoglobina, miembros cercenados e incluso muertes de protagonistas que casi lo hermana más con La Espada Salvaje de Conan que con Los Vengadores.
Hay que mencionar el impactante dibujo de Mike Deodato Jr. (Vengadores, Nuevos Vengadores, Hulk) un fantástico dibujante que recuerda a Neal Adams aunque con un estilo menos manierista. Un estilo realista y sombrío que se adapta como un guante a la historia dejando unas páginas espectaculares pero con una gran narrativa.
Al final Salvajes Vengadores es un cómic que, sorprendentemente funciona, cuyo primer arco de cinco números es de lo más entretenido con un pequeño anticlimax con el final que queda demasiado abierto, pero que aún así merece la pena leerlo. El siguiente número es una historia completa con Conan y Castle de protagonistas atravesando la tierra salvaje. Desgraciadamente Deodato no continúa y es Kim Jacinto (El vígía), bastante lejos e la calidad del anterior pero que tiene un estilo dinámico que le va bien a la historia. Solo está en este número.
Continuaré con los siguientes porque Patrick Zircher (Top 10) es buen dibujante y puede encajar muy bien con las historias de Duggan.
Saludos fremen.