Segunda parte de la trilogía de Marte.
Esta ambiciosa trilogía trata la transformación de Marte desde que el hombre llega al planeta rojo. Se compone de tres libros, Marte Rojo, Marte Verde y Marte Azul. La trilogía ha sido multipremiada ganando el Nebula, el Hugo, El Locus, el World Fantasy Award o el Ignotus en España.
El Autor, Kim Stanley Robinson (1952,Waukegan, Illinois , EE. UU) logró su máximo reconocimiento en los años 90 con esta saga de libros y de hecho la mayor parte de su carrera ha estado enfocada a la ciencia ficción, ganando nuevamente el Nebula en 2012 con la novela «2312».
Buen exponente de la ciencia ficción dura, la novela cuenta la segunda fase de colonización de Marte. Los primeros 100, los primeros que llegaron a Marte, después de la fallida revolución de 2061, han tenido que esconderse porque son proscritos. Las empresas transnacionales, con poder mayor que la mayoría de los estados, se reparten el planeta como se reparten también la Tierra. A pesar de haber pasado cien años, los protagonistas son los mismos más los hijos que han nacido, gracias al tratamiento geriátrico, un tratamiento que permite esencialmente vivir para siempre o casi.
La historia tiene un componente político y ecológico, pues plantea hasta dónde se debe llevar la terraformación del planeta y las luchas que ciertos grupos llevan porque no se convierta en la Tierra. A su vez, también se plantea la independencia de Marte pero buscando una fórmula distinta de la de Marte Rojo, a fin de que no sea otra masacre. Cada uno de los personajes tiene sus capítulos e ideas y formas de ser muy distintas, además de que vienen bastante marcados por el libro anterior y sus actos.
En medio de esas tramas bastante unidas, el autor es prolijo en detalles como las ubicaciones de las ciudades inventadas, los paisajes, como afectan los cambios y el trabajo de las empresas que trabajan en Marte al ecosistema, con detalladas enumeraciones de flora y fauna y cómo esta puede sobrevivir.
Es un libro muy largo y si bien la historia es interesante, le falta nervio y las largas descripciones no ayudan. Además, los arcos de los personajes no son igual de interesantes y esos desequilibrios le pesan un poco. Aún así, el interés es innegable y el ejercicio de especulación, inferir todos los cambios de la sociedad y del planeta basándose en lo que conocemos sobre Marte es digno de admiración.
Ganó el premio Hugo a mejor novela en 1994, así como el Locus y el Ignotus.
Recomendable, pero solo si se ha leído previamente Marte Rojo.
Un comentario en «Marte Verde de Kim Stanley Robinson»