Al contrario que los anteriores álbumes nominados comentados en estos especiales, la historia no transcurre en el pasado sino que nos encontramos ante una obra de ciencia ficción, versión distopía y como la buena ciencia ficción, cuenta una historia del futuro que podría ser una historia del presente. O no, porque en mi opinión peca de ingenuidad, pero quién sabe.
Hablamos de un futuro hipotético en el que hay una gran cantidad de corrupción y en una de las múltiples manifestaciones aparece un hombre, «El animador» que se enfrenta a las fuerzas del estado y consigue derrotarlos, convirtiéndose en un demiurgo de la revolución, el inspirador de mucha gente desencantada, oprimida y enfadada.
Está muy bien que esté en los premios Carlos Giménez porque precisamente viene Frank Miller a la Heroes Comic Con y de Miller, concretamente del Regreso del caballero oscuro, coge el recurso de utilizar las televisiones para dart contexto. Lo original del asunto es que se basa en buena medida en casos actuales ligeramente retocados. Con el mismo objetivo y para ver cómo cala el Animador, se utilizan tweets.
También tiene una parte que recuerda a V de Vendetta. Aparece el cristo de Mantegna, se menciona a Lubitsch y hay una versión muy escatológica de La rendición de Breda de Velázquez. En el cómic hay diversos homenajes a Mickey Mouse, al Eternauta que está visitando la época en que esto pasa, a Francisco Marhuenda haciendo de él mismo.
El cómic con dibujo de David Rubín (Beowulf), autor consagrado con varios álbumes y premios a sus espaldas, y guión de Marcos Prior (Necrópolis) a pesar de tener esa enorme cantidad de referencias funciona muy bien aunque no se reconociera ninguna. Es más importante cómo se va transformando la sociedad por la acción de ese Animador que prende la chispa que la historia del mismo Animador y por medio de esa variedad de recursos y de otros más como bastantes personajes, webs y artículos de la wikipedia, van creando una imagen de la sociedad de ese futuro que no hay que fijarse demasiado para ver que es una visión apenas distorsionada de la nuestra aunque sin las reacciones ni las consecuencias del cómic, para bien y para mal.
Decía que peca de ingenuidad porque me resulta difícil de creer el final del cómic al extrapolar una historia con la nuestra y ver que se encajan las mayores barbaridades con un pestañeo.
En cuanto al dibujo es bueno, no me entusiasma pero es detallado y cuenta la historia con una gran cantidad de recursos que, aunque sean conocidos, funcionan muy bien para contar la historia de forma comprensible y eficaz. El color destaca enormemente en la obra con colores muy saturados, casi de los cómics Marvel de los 90, para transmitir la época digital de la que se está hablando.
En definitiva, un buen cómic que invita a reflexionar y, aunque la historia no sea la más original, refleja cómo podría ser la nuestra y está muy bien contado. Buena ciencia ficción.
Saludos fremen.