Todos sabemos que una gran superproducción no garantiza siempre un producto de calidad. Pero al menos podíamos permitirnos el lujo de presuponer que este caso fuera la excepción. Con tanto dinero, recursos y potencial humano detrás, sería muy difícil sacar un producto deficiente al mercado, ¿Verdad? Pero la hecatombe a nivel técnico que ha supuesto Mass Effect Andromeda me ha dado en qué pensar. Con Bioware tras el proyecto, una de las que se ha considerado mejores desarrolladoras del momento, y bajo la tutela de una de las multinacionales más poderosas y acaudaladas de la industria del videojuego, como es Electronic Arts, ¿Por qué demonios hemos acabado teniendo tal desastre de juego?
Y en estos últimos años parece que se están cambiando las tornas respecto a esta mentalidad. Ahora al parecer resulta que tener un Triple A decente y de calidad es más la excepción que la regla. Parece que tenemos que agradecer a los Dioses el librarnos del infortunio de que las grandes desarrolladoras se les olviden cómo hacer las putas cosas bien. ¿Y cómo hemos llegado a esta situación? ¿Cómo hemos llegado al esperpéntico momento en el que tener un juego decente con un gran presupuesto detrás es más una obra milagrosa que algo que se podría esperar? Quizá con esta reflexión lleguemos a averiguarlo: